
Harry Potter cumple la mayoría de edad (17 años), por lo que la protección mágica que tenía en casa de los Dursley se pierde. Luego de que Lord Voldemort intentara emboscarlos al escapar de casa de sus tios junto con la Orden del Fénix, los tres protagonistas se refugian en La Madriguera, perteneciente a la familia Weasley, y que desde ese momento pasa a convertirse en una casa franca donde podrán refugiarse los protagonistas, ya que ésta cuenta con numerosos hechizos para protegerla. Ahí, de mano del ministro de magia, reciben la herencia que les dejó Albus Dumbledore a Harry, Ron, y a Hermione, respectivamente: una snitch, el desiluminador, un libro de cuentos escrito en runas y la espada de Godric Gryffindor, dejada a Harry también, pero que no puede obtenerla ya que ésta desapareció. El trío, confuso, presupone que estos objetos servirán en la búsqueda de los Horrocruxes —fragmentos del alma de Voldemort que deben ser destruidos para finalmente vencerlo—. En este lugar también se celebra la boda de Bill Weasley con Fleur Delacour, donde observan en el colgante de uno de los asistentes, Xenophilius Lovegood, un extraño símbolo que se repetirá en distintas ocasiones y que trae consigo una historia que será el punto clave para la derrota de Lord Voldemort. Tras un nuevo ataque por parte de los Mortífagos, que descubren el escondite, Harry, Ron y Hermione huyen al número 12 de Grimmauld Place, casa que le fue legada a Harry al morir su padrino Sirius Black.
Más tarde y de mano del Señor Lovegood, quién les tendió una trampa para poder recuperar a su hija Luna que fue secuestrada por losMortífagos, el grupo es capturado y llevado a la Mansión Malfoy, donde consiguen escapar gracias a la ayuda de Dobby, el elfo domestico, que posteriormente es asesinado por Bellatrix Lestrange al escapar de la Mansión, averiguando además el paradero de otro Horrocrux. Llegan al Refugio, la casa de Bill y Fleur, donde hablan con Ollivanders (que había sido prisionero en la Mansion Malfoy) y con Griphook (otro prisionero más y además el duende que le mostró a Harry su bóveda la primera vez que el entró en Gringotts). El trío planea una incursión a Hogwarts con la ayuda de Griphook, quién ha pedido la espada de Gryffindor (finalmente encontrada) como pago por su ayuda. Luego de numerosos planes y estrategias, Hermione se transforma en Bellatrix tomando la pocion multijugos, Ron se hace pasar por un extranjero disfrazandose y Harry y Griphook se esconden bajo la capa de invisibilidad, entrando así en Gringotts, consiguiendo la copa de Helga Hufflepuff (un horrocux) y escapando por suerte montados en un dragon. Tras obtener el horrocrux, acuden a Hogwarts al descubrir que allí se esconde otro. Cuando llegan, son ovacionados por todos sus compañeros y cuando descubren que el trío se encuentra allí, Mcgonagall se enfrenta a Snape, actual director de Hogwarts para evitar su captura, siendo éste derrotado y escapando del castillo. Voldemort se hace oir en todo el castillo, pidiendo que les entreguen a Harry Potter a lo que los estudiantes de Slytherin intentan atraparlo en vano, pues son llevados a las mazmorras por orden directa de Minerva Macgonagall. Empiezan a organizarse para la batalla, llegan los Weasley, Kingsley, Lupin, Tonks, la abuela de Neville y los restantes miembros de la Orden del Fenix. Harry habla con la Dama Gris, ya que descubre que el Horrocrux que está buscando se trata de la Diadema perdida de Rowena Ravenclaw y que finalmente se encuentra en la Sala de los Menesteres. Él se dirige hacia allí y se encuentra con Ron y con Hermione, quienes habían ido a la Camara de los Secretos y le habían arrancado unos colmillos al basilisco para poder acabar con la copa de Hufflepuff. Una vez encontrada la diadema en la Sala de los Menesteres aparece Draco Malfoy junto con otros alumnos de Slytherin y les pide que le entreguen la diadema, pues Voldemort había descubierto su plan, pero mientras comienzan a lanzarse hechizos unos a otros para escapar de allí, un estudiante de Slytherin, Vincent Crabbe, lanza el hechizo Fiendfyre (fuego maldito) por lo que el trío sale de la Sala montados en escobas, rescatando solamente a dos estudiantes de Slytherin de una muerte segura pero dejando a Crabbe atrás, ya que no consiguieron salvarlo. Logran destruir el horrocrux, pero la batalla continúa. Mientras tanto, en otro rincón de Hogwarts Voldemort asesina a Severus Snape, creyendo que así obtendría el control sobre la Varita de Saúco, ya que creía que Snape era el amo de ésta al haber matado a Dumbledore. Snape entonces revela su verdadera lealtad —una incógnita que se mantenía a lo largo de la serie—. A raíz de las memorias que le lega este último a Harry, aprende que él mismo es un Horrocrux, por lo que debe morir para derrotar al Señor Tenebroso.Una vez allí, comienzan la búsqueda de los horrocruxes, que los obligará a transportarse y esconderse en distintos lugares del Reino Unido. Al quedarse sin pistas para continuar la búsqueda, recurren al señor Lovegood, quien les explica que el símbolo que han encontrado repetidas veces representa las tres Reliquias de la Muerte: la Varita de Saúco40 —la más poderosa del mundo—, la Piedra de Resurrección —una piedra capaz de revivir a los muertos— y la Capa de Invisibilidad, entregadas a tres hermanos que se encontraron a la Muerte en un camino. Según la leyenda, quien domine estos tres elementos se convertirá en el «amo de la muerte» y lograría la inmortalidad.
El único con poder de derrotar al Señor Tenebroso se acerca... Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce... Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras el otro siga con vida.
En la escena final, Harry se entrega dócilmente y es víctima de la maldición asesina. Sin embargo no muere, despierta en especie de limbo representado por el andén 9¾ donde el espíritu de Dumbledore le explica que el Horrocrux que había en su cuerpo había sido destruido al entregarse a Voldemort voluntariamente. Además, le hace saber que Malfoy, al desarmar a Dumbledore y por tanto derrotándole, se había convertido en el dueño de la Varita de Saúco (no Snape como creía Voldemort). Neville por su parte, con la espada de Godric Gryffindor, sacada una vez más del sombrero, logra acabar con Nagini, la serpiente de Voldemort y uno de los horrocruxes que faltaban. Tras esto, [[Harry Potter|Harry] protegido porNarcissa Malfoy, quien se da cuenta de que no ha muerto y le miente a Voldemort diciéndole que sí lo está para proteger a su hijo Draco, reinicia la batalla, en la que Voldemort, esgrimiendo la Varita de Saúco, cae víctima de su propia maldición asesina ante la incapacidad de ésta de atacar a su verdadero amo.
El libro finaliza con un epílogo, en el que cuenta la historia de los protagonistas diecinueve años después de la Batalla de Hogwarts, ambientada en el andén 9¾ de la estación King's Cross, cuando uno de los hijos de Harry Potter y Ginny Weasley (James Sirius Potter, Albus Severus Potter y la otra hija que todavía no va a Hogwarts llamada Lily Luna Potter) suben al Expreso de Hogwarts para asistir a su primer año escolar junto con los hijos de Ron Weasley y Hermione Granger, llamados Rose y Hugo Weasley.
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